“Quién no comprende una mirada, tampoco comprenderá una larga
explicación.”
A lo largo de tu vida seguro que
has “hablado” con la mirada, yo desde luego sí. Y es una sensación
tremendamente cómplice con quien lo haces… puede ser un familiar, un amigo, tu
pareja, un compañero de trabajo… da igual… pero cuando entablas esa peculiar
conversación silenciosa, algo nace entre esa persona y tú.
Yo tengo la suerte de poseer esa
facultad, y siempre que ha surgido, ha sido muy especial. Reconozco que es una
acción que no se puede forzar, simplemente ocurre. Ese cruce de miradas cargada
de palabras, te interconecta con la otra persona de una manera única.
Te invito a que te abras a este
tipo de “conversación”… es muy especial.
¿Cierto?
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