jueves, 22 de febrero de 2018

El lenguaje de los abanicos



En el siglo XVIII existía un lenguaje no verbal que se extendía por la alta sociedad. En las fiestas de la burguesía, el lenguaje de los abanicos, estaba a la orden del día. Con cada movimiento o posición de éstos, las mujeres mandaban mensajes “ocultos” a los hombres.

Pues bien, el otro día, en pleno centro de la ciudad, recibí uno de estos mensajes, siendo su autora, la mismísima ciudad.

Ya te he hablado de la importancia de mirar hacia arriba cuando estás caminado en una ciudad y de la cantidad de cosas que la gente se pierde por ir andando mirando al suelo.

Haciendo caso de mis propios consejos, levanté la vista y a través de un “abanico”, descubrí un impresionante y bonito edificio que pasó desapercibido para el resto de la gente que me acompañaba.

Hoy quiero compartir contigo el mensaje a través del abanico de la señorita Ciudad. 


Abanico en la ciudad.




02/2018
Alfonso B. C.
Foto publicada en National Geographic













lunes, 12 de febrero de 2018

Una simple sonrisa.



Hace un tiempo, en una tienda vi un cartel que me llamó la atención pues contía un corto pero directo mensaje. Lo que decía encerraba mucho más de lo que a simple vista parece.

El lenguaje no verbal, es un tema que desde hace muchos años me llama la atención, es un tema súmamamente interesante y que lo respalda numerosos estudios científicos.

Te invito a que si en algún momento tienes la oportunidad de ver o leer algún reportaje sobre este tema, no dejes escapar la oportunidad.

Cada cultura tiene sus propias normas y protocolos, pero hay una cosa que es Mundial, un gesto sencillo que puede cambiar el estado anímico de una persona.

Es capaz de trasmitir fuerzas en momentos de debilidad, alegría en momentos tristes, confianza en momentos de dudas, compañía en momentos de soledad, incluso decir algo, sin emitir ni una sola palabra.

Y es… ¡la SONRISA!
 
Alfonso B.C.