Es triste lo que muchas personas
se empeñan en hacer a la Naturaleza. Estoy cansado de ver agresiones allá donde
miro. Parece que las personas no damos importancia a tamaño Regalo, sin
reconocer que es, el sustento entero de la Vida.
Sin Ella, no existiríamos.
El otro día andando por la calle
me fijé en un pobre árbol talado de mala manera… aunque en el fondo me alegró
que la inmortal Naturaleza, se recupera sola de las heridas causadas. Aquellos
brotes de Vida me contaron, que a pesar de nuestro reiterado empeño en dañarla,
"Ella", se repondría las veces que fuera necesario.
Esos pequeños brotes saliendo de
aquel tronco, daban esperanza a la fortaleza Verde.
Aligustre creciendo. Primavera 2017 Alfonso B. C. |