sábado, 22 de abril de 2017

Volverán las oscuras Golondrinas...

Las golondrinas son unos pájaros migratorios bien conocidos por todos nosotros.

Seguro que tú has oído hablar de ellas e incluso leído en el famoso poema de Bécquer,  y las has visto incansables yendo y viniendo, para hacer su nido en lo alto de los tejados de las casas preparándose para criar a la nueva generación.   

Es impresionante la determinación de estos alados amigos; para la construcción de su nido, en el cual participa tanto el macho como la hembra, pueden llegar a hacer más de mil viajes hasta que su nuevo hogar queda a su gusto.

Me gustan mucho las leyendas y dichos que encierran estas aves, si viajas a cualquier pueblo y hablas de las golondrinas, seguro que los lugareños de avanzada edad te dirán que son capaces de predecir el tiempo… contándote que si vuelan bajo, hará mal tiempo y si por el contrario, vuelan alto, hará sol.

He de decirte que es verdad, aunque como casi todo en esta vida, tiene su explicación:

Las golondrinas son animales estrictamente insectívoros, es decir, se alimentan exclusivamente de insectos, pues bien, éstos, cuando va a hacer mal tiempo no son capaces de elevarse, pues las ráfagas de viento lo impiden, conduciéndolos hacia las capas bajas del sitio, por lo que las golondrinas para cazarlos, se mantienen cerca del suelo; sin embargo, cuando hace buen tiempo y el Sol brilla en su esplendor, los insectos aprovechan para recolectar polen, buscar pareja, en definitiva, vuelan con absoluta libertad, permitiéndoles ir a más altura para recorrer más distancia, por lo que las golondrinas tienen que volar más alto si quieren saciar su apetito.

Además, son animales monógamos, con un excelente sistema de orientación originando que año tras año, después de realizar una de las mayores migraciones del mundo animal, sean capaces de saber exactamente donde anidaron y hacerlo en el mismo lugar.

¡Curioso verdad!      

¿Has visto alguna vez una de cerca? El otro día, una pobre golondrina se desorientó por causa del hombre y se metió en el edificio donde trabajo, golpeándose contra un cristal tratando de salir. Al verla y oír el golpe, fui a recogerla y sacarla de allí. Sufrió un golpe pero no le pasó nada exceptuando el susto que se llevó. Una vez liberada, me regaló unas bonitas piruetas en el cielo, alejándose paulatinamente…  

Cuando tienes a una golondrina entre las manos, te das cuenta de lo realmente bonitas que son; cola ahorquillada, plumaje azul iridiscente, plumas rojizas… te das cuenta de la suerte que tenemos de que nos visiten año tras año.
  
 
Golondrina liberada.
(IV/2017) Madrid
Alfonso B. C.
Golondrina liberada.
(IV/2017) Madrid
Alfonso B. C.

 
 
 
 
 
 
 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario