Seguro que tú has oído hablar de
ellas e incluso leído en el famoso poema de Bécquer, y las has visto incansables yendo y viniendo,
para hacer su nido en lo alto de los tejados de las casas preparándose para
criar a la nueva generación.
Es impresionante la determinación de estos alados
amigos; para la construcción de su nido, en el cual participa tanto el macho
como la hembra, pueden llegar a hacer más de mil viajes hasta que su nuevo
hogar queda a su gusto.
Me gustan mucho las leyendas y
dichos que encierran estas aves, si viajas a cualquier pueblo y hablas de las
golondrinas, seguro que los lugareños de avanzada edad te dirán que son
capaces de predecir el tiempo… contándote que si vuelan bajo, hará mal tiempo y
si por el contrario, vuelan alto, hará sol.
He de decirte que es verdad,
aunque como casi todo en esta vida, tiene su explicación:
Las golondrinas son animales
estrictamente insectívoros, es decir, se alimentan exclusivamente de insectos,
pues bien, éstos, cuando va a hacer mal tiempo no son capaces de elevarse,
pues las ráfagas de viento lo impiden, conduciéndolos hacia las capas
bajas del sitio, por lo que las golondrinas para cazarlos, se mantienen cerca
del suelo; sin embargo, cuando hace buen tiempo y el Sol brilla en su
esplendor, los insectos aprovechan para recolectar polen, buscar pareja, en definitiva,
vuelan con absoluta libertad, permitiéndoles ir a más altura para
recorrer más distancia, por lo que las golondrinas tienen que volar más alto si
quieren saciar su apetito.
Además, son animales monógamos,
con un excelente sistema de orientación originando que año tras año, después de
realizar una de las mayores migraciones del mundo animal, sean capaces de saber
exactamente donde anidaron y hacerlo en el mismo lugar.
¡Curioso verdad!
¿Has visto alguna vez una de
cerca? El otro día, una pobre golondrina se desorientó por causa del hombre y
se metió en el edificio donde trabajo, golpeándose contra un cristal tratando
de salir. Al verla y oír el golpe, fui a recogerla y sacarla de allí. Sufrió un
golpe pero no le pasó nada exceptuando el susto que se llevó. Una vez liberada,
me regaló unas bonitas piruetas en el cielo, alejándose paulatinamente…
Cuando tienes a una golondrina
entre las manos, te das cuenta de lo realmente bonitas que son; cola
ahorquillada, plumaje azul iridiscente, plumas rojizas… te das cuenta de la
suerte que tenemos de que nos visiten año tras año.
Golondrina liberada. (IV/2017) Madrid Alfonso B. C. |
Golondrina liberada. (IV/2017) Madrid Alfonso B. C. |
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